Prisma
En medio de un paisaje tranquilo, un hombre realiza varias acciones, las
cuales suceden en forma cíclica. Se accede a esta escena a través de lo
que parece ser un navegador web. Cada vez que el hombre cambia de
acción, se destaca la pestaña correspondiente, lo que alude a una
pulsión contemporánea con respecto a nuestra relación con el tiempo: nos
movemos entre tareas como saltando entre ventanas. Esta tal vez sea la
flexibilidad a la que se aspira al practicar el multitasking.
Mediante una interfaz de control, el espectador puede agregar o restar
acciones, dividiendo la atención del hombre en más o menos tareas.
La obra parte de una preocupación por el modo como establecemos una
conducta hiperkinética en los distintos contextos en que nos
desenvolvemos en la actualidad, ya sea al realizar tareas cotidianas
pertenecientes al ámbito de lo privado o tareas propias de un ámbito
laboral. Hay una necesidad constante de actuar y de conducirnos en el
día a día de manera eficiente, realizando la mayor cantidad de tareas en
el menor tiempo posible. En Prisma se presenta dicha condición a partir
de una serie de acciones, cuya elección responde a un interés por reunir
actividades que normalmente no se asocian con el trabajo sino con el
ocio, e incluso, de manera literal, con la contemplación. Es así como se
establece visual y performáticamente, una situación aparentemente
tranquila, que puede leerse como un intento de un hombre por huir de la
velocidad de la ciudad y de abocarse a la contemplación, quien sin
embargo termina siendo regido por el imperativo de la eficiencia y
actuando bajo la estrategia del multitasking.
Prisma (Captura de video) from
Jaime Rodriguez on
Vimeo.